Numerosos estudios hablan de los beneficios de tomar una copa de vino y de las propiedades saludables del vino, siempre que se consuma con moderación.
Gran parte de estos beneficios se deben a que el vino es muy rico en polifenoles, sustancias antioxidantes que neutralizan los radicales libres protegiendo a las células del daño oxidativo, además de frenar el envejecimiento de la piel y prevenir enfermedades cardiovasculares o algunos tipos de cáncer.
En el vino puedes encontrar muchos tipos de polifenoles, que se dividen en dos grandes grupos, compuestos flavonoides y compuestos no flavonoides o ácidos fenoles.
Algunos de los compuestos flavonoides más importantes en el vino son los antocianos y los taninos.
Los antocianos los encuentras en los hollejos y pulpa de las uvas, dan color a la uva y al vino.
Los taninos los encuentras en las pepitas, los hollejos y los rapones de las uvas. Aportan cuerpo y estructura al vino protegiéndolo de la oxidación. Pasan al vino durante su maceración, por lo que la concentración de taninos es mucho mayor en vinos tintos.
Por otra parte, en el vino encontrarás numerosos compuestos no flavonoides o ácidos fenoles, como los estilbenos, entre los que destaca el resveratrol, un potente antioxidante presente en el hollejo de las uvas, que ha sido objeto de numerosas investigaciones médicas por sus efectos beneficiosos para la salud.
El resveratrol puede ayudarte a:
- Proteger el revestimiento de los vasos sanguíneos del corazón
- Reducir el colesterol “malo” (LDL)
- Prevenir la formación de coágulos sanguíneos
- Estimular la producción de colágeno mejorando la elasticidad de la piel
- Evitar el Alzheimer y la Diabetes
Lo cierto es que, gracias al proceso de elaboración del vino, todos los polifenoles presentes en las uvas están mucho tiempo en contacto con las partes sólidas de la uva y pasan al mosto y al vino en una cantidad mayor.
Por ello, el vino cuenta con una alta concentración en polifenoles, si bien, la concentración y tipo de polifenoles presentes en los vinos varía en función de la región, clima y suelo en el que crecen los viñedos, de las variedades de uva y del proceso de elaboración que se siga en la bodega.
Vale, hemos hablado de los beneficios de tomar una copa de vino desde el lado más ‘científico’ y racional.
Además, una copa de vino se asocia a felicidad y alegría, a brindis y celebración. Favorece las relaciones sociales, te puede ayudar a relajarte y liberarte del estrés diario, te permite disfrutar mucho más de la gastronomía…
¿Y tú? ¿Qué más beneficios encuentras en disfrutar de una copa de vino?
